miércoles, 18 de mayo de 2011

Explotación del petróleo es un espejismo económico

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• Según estudio ambientalista desaparecerían arrecifes coralinos
• se verían en peligro comunidades étnicas


Las compañías extraen el crudo del mar a través de plantas, por lo que necesariamente se producen derrames.

TEGUCIGALPA; La Tribuna, Lunes 25 Mayo 2009. La explotación del petróleo en cinco zonas del territorio hondureño para sectores del gobierno será una oportunidad para la población de mejorar sus condiciones de vida, sin embargo para ambientalistas y antropólogos es un espejismo económico, porque quienes se llevarán el dinero son las transnacionales.

El aprovechamiento de hidrocarburos es una actividad en franco declive, lo que significa el fin del petróleo barato. Además, ante el efecto del calentamiento global por emisiones de gases tóxicos, continuar apostando por el consumo de combustibles fósiles derivados del petróleo, representa la destrucción ecológica.

Sin lugar a dudas, asistimos a una catástrofe anunciada, manifiestan los ambientalistas o ¿ de qué otro modo calificar la destrucción de las selvas de la Mosquitia que albergan la Biosfera del Río Plátano, la Reserva Tawanhka Asangni y el Parque Nacional Patuca y los pueblos que allí habitan o la contaminación del mar por desechos industriales, que acabarán con los arrecifes coralinos de las Islas de la Bahía y Cayos Cochinos, parte del Sistema Arrecifal Mesoamericano (SAM), y las culturas vivas de la costa norte de Honduras o la deforestación de los bosques de Ulúa y Olancho?.

“Estos propósitos son aberrantes por los severos impactos negativos que causan los derrames del crudo al medio ambiente, inevitables en esa industria extractiva. El argumento del desarrollo de la economía es un espejismo por cuanto las ganancias son de las transnacionales siempre”, manifestó la antropóloga Danira Miralda Bulnes.

De acuerdo a especialistas en ambiente y antropólogos, las primeras exploraciones petroleras en Honduras datan de 1920 con perforaciones realizadas cerca de Omoa por la compañía Honduras Petroleum Company. En 1960 se perforaron tres pozos superficiales en la cuenca Ulúa.

Existen importantes estudios geofísicos de los años 60 y 70, en sísmica y levantamientos aeromagnéticos, realizados en la parte norte y oriental de Honduras, incluida su plataforma continental. Las últimas exploraciones son de los años 90, efectuadas en los alrededores de la comunidad de Ahuas, en el centro de la Mosquitia, donde ya se han excavado entre 20 a 25 pozos.


El Presidente Manuel Zelaya cuando firmaba el acuerdo con la compañía PGS.

Resultado de las investigaciones se han identificado 5 zonas o cuencas: Mosquitia, el Oriente y plataforma Continental; Tela, a lo largo de la costa atlántica hasta Trujillo, cubriendo el sector de Cayos Cochinos y las Islas de la Bahía; Ulúa, Amatique en el occidente del país y Agua Fría, en el sur oriente del territorio hondureño. Entre estas las más importantes son: La Mosquitia, Tela y Ulúa- Olancho. La cuenca de la Mosquitia, comprende una zona submarina de unos 50,000 kilómetros cuadrados, con una extensión terrestre de 15,000 Km cuadrados.

La exploración en la cuenca submarina de la Mosquitia tiene una densidad de pozos que no pasa de uno por cada 5,000 km cuadrados, situación que se encuentra lejos de dar una conclusión sobre perspectivas petrolíferas a escala regional en dicha cuenca. Allí mismo se identifica un área de 50 kilómetros cuadrados compartida con Nicaragua, aun con la actual delimitación.
NUEVA LEY
Un anteproyecto de Ley de Hidrocarburos se encuentra en discusión en el Congreso Nacional para hacer más fáciles las concesiones de exploración y explotación de petróleo en el territorio. Pero se ha dicho que esta normativa no va a pasar tan fácilmente, porque ya tiene la oposición de sectores ambientalistas.

Con esta nueva Ley, las transnacionales serán las más beneficiadas, de acuerdo a los críticos, porque concede concesiones de exploración y explotación de petróleo hasta por 30 años, sin mucha reflexión sobre la protección del ambiente, recaudación de recursos económicos y sanciones.

El 22 de enero del presente año, la Dirección General de Energía, apoyada por la Comisión Presidencial de Energía, convocó a una reunión para realizar el taller de socialización del Anteproyecto de la Nueva Ley de Hidrocarburos, con la sociedad civil. La mencionada normativa todavía no ha sido emitida, porque se encuentra en discusión en el Congreso Nacional.

Existen temores, porque, de acuerdo a la antropóloga Danira Miralda Bulnes, el anteproyecto de la nueva Ley de Hidrocarburos habla de concesiones de exploración y explotación de 100,000 hectáreas en tierra firme y de 200,000 en la zona marítima y continental (Artículo 21). Se plantean contratos con duración de 6 años más 2 de renovación para exploración y 30 años y 5 de renovación para explotación (artículo 22).



La riqueza del oro negro será un espejismo para las comunidades pobres.

En cuanto a los requisitos para la adjudicación-contratación no hay ninguna referencia a la viabilidad ambiental de la empresa, su historial o de la explotación, como elemento a tomar en cuenta en la valoración.

Los contratos de explotación se pueden adjudicar por concurso o licitación (artículo 25). Respecto al contenido de los contratos de exploración-explotación falta valorar cómo se va a medir el cumplimiento de las medidas de protección ambiental y el cumplimiento de la Legislación Socio. Ambiental (artículo 33). Partes A y B En relación a las causas de extinción del contrato no se recoge entre las mismas que el incumplimiento de los requerimientos ambientales, de conservación o protección asociados al proyecto, recogidos en la normativa ambiental de aplicación, sea motivo de extinción del contrato (artículo 48 0 49).

En lo que refiere a servidumbres y expropiación forzosa, ningún impedimento legal cualquiera de las expropiaciones o servidumbres que sean necesarias (artículo 56). Asimismo recoge la exención del canon de exploración.

“Esto es cuestionable por cuanto no se entiende el bien público que genera, beneficiando fundamentalmente a la empresa concesionaria. Además ¿Si se concede conjuntamente licencia de exploración y explotación, cuánto pagará? (Artículo 58). Las regalías se establecen en un mínimo del 15 por ciento (pero no se establecen especificaciones concretas) y el reparto es entre la Empresa Nacional de Hidrocarburos (ENH) 5 por ciento, la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) 5 y 90 por ciento a las municipalidades, incluidas en el proyecto en función de su importancia en el mismo (territorio incluido)”.

“No se establece el destino de estos fondos, ni obligatoriedad de usarlos en determinadas labores, distribución a comunidades directamente afectadas, ni transparencia en la gestión y aplicación, etc. (artículo 59). No menoscabo de comunidades en áreas de influencia, ¿cómo? ¿Qué vías de participación y consulta obligatorias se recogen? (artículo 64)”.

Asimismo no se establece el derecho a la participación e información ciudadana.




¿Cómo? ¿Es vinculante? (artículo 68.1). A criterio de los ambientalistas, es necesario clarificar cómo se va a tener en cuenta las áreas de reserva ambiental consideradas en otras leyes, como la Ley Forestal y la protección que esta recoge de determinadas áreas, sin ser espacios naturales protegidos (artículo 69).

En cuanto al trámite de autorización ambiental previa, se debe asegurar el cumplimiento de los criterios recogidos en la misma. Además reiterar que el incumplimiento de los criterios recogidos en la misma no vinculan a un cese de concesión (artículo 70). Por último sobre el régimen de sanciones ¿de 5,000 a 50,000 dólares de sanción?, esto es una propina para este tipo de empresas, pero un ejemplo más de la impunidad del gobierno, cuestionan.

Ellos se preguntan: ¿Por qué no recurrir al fomento de nuevas fuentes de energía renovables, eólica y solar, de amplio potencial en Honduras ¿Por qué no estimular la innovación entre la comunidad científica? ¿Dónde queda el discurso oficial ambientalista y el planteamiento de país turístico?