El temor a que se repita la historia de contaminación y enfermedades tras el inicio de la explotación minera, como ha sucedido en otras regiones de Honduras, llevó a los vecinos de las comunidades de Gramales y Aguas Calientes a protestar. También se sumaron los habitantes de Ojo de Agua, El Ranchón, Nueva Concepción y Azacualpa.
Los pobladores mostraron su oposición ante la notificación que les llegó sobre el inicio de la extracción de metales preciosos de una de las cordilleras que se encuentran en la zona por parte de una compañía minera.
Y es que la empresa explotadora de metales llegó con el fin de iniciar operaciones de inmediato, situación que generó el descontento de los vecinos debido a que temen que los daños sean incalculables si permiten la destrucción de los cerros que se encuentran en los alrededores de las comunidades.
Filomena Guevara, presidenta del patronato de la comunidad de Ojo de Agua, dijo que la oposición es general y están dispuestos a llegar a las últimas consecuencias antes que permitir que se instale la compañía minera en la zona.
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